jueves, 25 de noviembre de 2010

TOPOEMAS

OCTAVIO PAZ

Octavio Paz fue un poeta que siempre estuvo alerta ante los cambios que se iban produciendo en el campo de la poesía y siempre estuvo experimentando, de modo que su poesía acabó por convertirse en una manifestación muy personal y original. Además, se trata de un poeta de gran lirismo cuyos versos contienen imágenes de gran belleza. Después de la preocupación social, presente en sus primeros libros, comenzó a tratar temas de raíz existencial, como la soledad y la incomunicación.
Una de las obsesiones más frecuentes en sus poemas es el deseo de huir del tiempo, lo que lo llevó a la creación de una poesía espacial cuyos poemas fueron bautizados por el propio autor con el nombre de topoemas (de topos + poema). Esto es lo que significa poesía espacial: poesía opuesta a la típica poesía temporal y discursiva. Se trata de una poesía intelectual y minoritaria, casi metafísica en la que además de signos lingüísticos se incluyen signos visuales.
En los topoemas, igual que ocurría en la poesía de los movimientos de vanguardia, se le da importancia al poder sugerente y expresivo de las imágenes plásticas. No cabe duda de que en la última poesía de Octavio Paz hay bastante esoterismo, pero, al margen de ello, toda su poesía anterior destaca por su lirismo y por el sentido mágico que el autor da a las palabras. 
Más sobre Octavio Paz en:  http://es.wikipedia.org/wiki/Octavio_Paz








JITANJÁFORA

Se denomina jitanjáfora a un enunciado lingüístico constituido por palabras o expresiones que en su mayor parte son inventadas y carecen de significado en sí mismas. En una obra literaria, su función poética radica en sus valores fónicos, que pueden cobrar sentido en relación con el texto en su conjunto.

El término fue acuñado por Alfonso Reyes en un artículo de 1929.1 Reyes explica que tomó la palabra de un poema del poeta cubano Mariano Brull, donde éste juega con los sonidos, inventando palabras sin significado.2 Una de ellas es jitanjáfora, como se aprecia a continuación:

Filiflama alabe cundre
ala olalúnea alífera
alveolea jitanjáfora
liris salumba salífera.



Otro ejemplo de jitanjáfora en una poesía de Emilio Ballagas, el Poema de la Ele:

Tierno g-glú de la ele
ele espiral de glú-glú.
En glorígolo aletear:
palma, clarín, ola, abril...






CALIGRAMA

Un caligrama es una poesía con forma.

Caligrama: poema cuyos versos se disponen dibujando imágenes.
Caligrama: Son composiciones tipográficas que reproducen la forma del factor literario que motiva, desarrolla o explica la narración. Tuvieron su origen en el surrealismo literario. Consiste en jugar con la disposición espacial del texto. Es un recurso de poética, principalmente.

Poesía en forma de pájaro  de Jorge Eduardo Eielson

martes, 23 de noviembre de 2010

ORACIONES COMPUESTAS SUBORDINADAS

EJERCICIOS

1. Identifica las proposiciones subordinadas e indica si es una oración subordinada sustantiva o adjetiva.

a) Conviene que vayas temprano.
b) Dijo que volvería pronto
c) Han encontrado al niño que se había extraviado
d) Tengo ganas de que vengas
e) Un maletín que sea grande es adecuado para un equipo de fotografías


2. Identifica las proposiciones subordinadas adjetivas y sustituye por un adjetivo según convenga.

a) Un maletín que sea grande es adecuado para un equipo de fotografías
b) Una televisión que cueste mucho no siempre es buena..
c) No conozco al vecino que llega.
d) Los soldados que eran valientes se enfrentaron al enemigo
e) El concierto que está programado comenzará a las seis
f) Los jugadores que han participado recibirán un trofeo

3. Identifica las proposiciones subordinadas e indica de qué clase son las oraciones.

a) Dígame si han quedado satisfechos.
b) Entregaremos un trofeo a los que terminen primero.
c) Avisaron del peligro a los que estaban en la calle.
d) El asunto fue propuesto por los que presidían la mesa.
e) Juan está que trina.
f) Ayer me acordé de que hoy es tu cumpleaños.
g) Preocupa si se extenderá la epidemia.
h) Le preguntaron si continuaba enfermo.
i) La noticia de que los estudiantes se han manifestado, nos sorprendió.
j) Mañana te contaré lo que vimos el domingo.
k) Entré sin que me viera.
l) Llamó la atención que gritaras así.

EVALUACIÓN

Elabora un texto, en forma individual, empleando cinco oraciones compuestas subordinadas. El tema y el tipo de texto es libre.

jueves, 11 de noviembre de 2010

CUENTO

EL HERMANO MAYOR

Por: Nancy Edith Rivera H.

Había llegado al mediodía, tres horas de viaje, en todo este tiempo los recuerdos le venían a la mente como si fuera ayer. Alisten los caballos bajen para que suba el negro con sus hijos la china también ha llegado que bajen también los burros. El recuerdo de su tío: su hospitalidad, su generosidad con la familia, las reuniones familiares; recuerdos de infancia, cuando viajaba con sus padres y hermanitos. Todo era tan cercano y lejano a la vez.. Margarita su esposa nos recibía con una sonrisa y los brazos abiertos ya el almuerzo está listo. Sobre la mesa estaban tendidas las papas y una vasija de rocoto molido con cebolla y queso, los platos humeantes donde se distinguía un trozo enorme de carne, era el puchero más sabroso que había probado. Las lágrimas cayeron por sus mejillas, tantos años habían pasado. Y en que circunstancias ahora regresaba a ese pueblo de infancia.

Su tío Waltoni, como le llamaban, era el mayor de todos; fuerte y enérgico como suelen ser los hombres de campo; a quien se le encargó la protección de su madre cuando partió el abuelo. Siempre se sentaba a la derecha de su padre y continuaban en el círculo sus siete hermanos, hermanas, cuñadas, sobrinos y sobrinas y de vez en cuando algún invitado. Todos habían llegado hasta su casa en Allauca1, por hermosas montañas, verdes chacras con hileras de maíz y habas; el agua caía de los riachuelos como diminutas cataratas que se pierden por la tierra fértil. Todos estaban allí, con cintas, confites y caramelos para realizar la fiesta de las reses. Él, el mayor de todos, contaba sus anécdotas, sus logros en el campo, siempre palabras de optimismo, con su voz pausada y firme, provocando miradas de admiración en los niños. ¡Sube cholo al caballo!, había de decir a uno de sus sobrinos que miraba sorprendido y maravillado a los alazanes, y en su rostro de hermano mayor se mostraba un gesto de orgullo al ver a quien representaba la continuidad de su familia, no va a pasar nada aquí vamos para que conozcas las reses y las chacras de tu abuelo.

En las tardes, mi tío, se perdía a lo lejos montado en su caballo Moro, con una hermosa montura que le había regalado su padre. Regresaba dos horas después, con su sombrero de paño negro y de alas breves, cansado, acompañado de jóvenes jinetes que le ayudaban en su labor de esas tardes: traer a las reses desde donde pastaban hasta sus corrales.

Durante las Fiestas Patrias, cuando llegaba a Matucana2 con su mamá y sus hermanitos, veían en las calles unos afiches con el título de Gran Corrida de Toros. Miren allí está el nombre de tu tío, ¿dónde, mamá?  En ese aviso. Sí, son los toros de tu tío, van a traer a los más bravos. ¿Cómo lo traen mamá? Ya ellos saben. El día de La gran fiesta, las calles estaban llenas de gente que esperaban ver a los bravos bajar de las alturas. Uno, buscaban ingresar a la plaza para evitar algún accidente; otros, avanzaban en columnas hacia el cerro, para ver mejor el espectáculo o tal vez ahorrarse el pago de la entrada. En la plaza, la concurrencia se acomodaba buscando la mejor ubicación, los vendedores iban y venían, los niños se sujetaban de sus mamás, los señores levantaban sus sombreros en señal de saludo, los enamorados cruzaban miradas cómplices, los borrachos caminaban de un lado a otro balbuceando algunas frases incomprensibles.

De pronto, se escuchaban los aplausos, los toros ingresaban a la plaza e inmediatamente avanzaban hasta el corralón como si supieran la rutina. Los niños se quedaban obnubilados viendo el espectáculo. Pobres toritos que pasará con ellos los van a matar que bonito es ese. A lo lejos se escuchaba las notas musicales de la banda de Sunicancha3 acompañada de gritos de ¡ole!, ¡ole! La diversión estaba por comenzar.

Así como esas tardes de agosto, Eriberto partió montado en su caballo Moro, descendiente de aquel alazán que le había acompañado en sus años mozos. Hace poco había lidiado con otros corceles en la famosa carrera de San Juan de Iris4. Él, el mayor de todos, se perdió en el camino ondulante de Allauca a realizar la labor de todas las tardes, con su sombrero de paño negro y de alas breves. Una vaquilla se había desviado del camino, picó al caballo, éste galopó recordando su gloriosa competencia. Él ya no era aquel mozo de aquellas tardes de agosto, cayó del caballo, ante la mirada atónita de un pastorcito que pasaba por allí con sus ovejas.

Ella miró el paisaje de Lima que dejaba: el cielo gris, la calle triste, peatones que iban y venían presurosos en llegar a su destino, conductores irascibles, vendedores ofreciendo tunas y manzanas. Era domingo 27 de junio, un día antes había recibido la noticia, había llorado mucho. Comprendió la fugacidad de la vida, hacía dos años que había partido su abuela, la de generosa sonrisa. Suspiró profundamente y su mirada se perdió en el horizonte.

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1 Allauca: anexo del distrito de Matucana, provincia de Huarochirí.
2 Matucana: Capital de la provincia de Huarochirí.
3 Sunicancha: Banda Sinfónica Sunicancha – Huarochirí.
4 San Juan de Iris: Distrito de la provincia de Huarochirí.